Sin pies ni cabeza

viernes, 18 de noviembre de 2011

Carta de Belucci Olmitos

Querida Raquel:

Han pasado pocos meses desde que te marchaste y aún no he logrado encontrar una cura para esta agonía que sufro por tu pérdida temporal.
Sin embargo, me he dado cuenta de que este tiempo separados me ha servido para darme cuenta de la falta que me haces y de lo muchísimo que te quiero.
Ha habido varios momentos en mi vida en los que he creído que te perdía…¡Santo Dios, cómo olvidarlos! ¿Recuerdas cuando morí en aquella explosión que me dejó totalmente desfigurado? Gracias a Dios la cirugía comienza a dar sus frutos y poco a poco estoy recuperando un nuevo rostro. Quizá no quede tan atractivo como antes –tú mejor que nadie sabes lo guapo que era…y cuando algo es verdad, ¡es verdad!- pero al menos espero poder cautivarte con una de estas miradas que tan loca te vuelven, Raquel Pink Gadget.
Cada mañana al despertarme solamente hay una imagen que me viene a la cabeza; la de tu peculiar sonrisa. Esa sonrisa que tanta vida me da. ¿Estarás poniéndola mientras lees esta carta? Espero que sí… pues me han llegado los rumores de que últimamente no estás pasando por un buen momento. Bien, aquí tienes un pequeño regalo hecho con mucho amor y enviado desde tu verdadero país; Omaet.
Te echamos muchísimo de menos Raquel; Tu padre, tu madre, tus hermanos, Noelia, Mi hermana Anastacia y su marido Dayton, El pequeño Belucci…incluso el ex agente especial Green… pero principalmente; yo.
Espero verte pronto Raquel, y que ese deseado y esperado día en el que vuelvas se te vea tan radiante y feliz como lo has estado siempre. No olvides que es tu alegría aquello que mejor te define ¿de acuerdo? Ten presente que hasta que no estés un poco más alegre no dejaremos que vuelvas a Omaet (personalmente me he puesto de acuerdo con Laionel –lo sé, algo casi imposible…pero me he dado cuenta de lo mucho que te quiere ese capullo- para que te retenga en Noruega lejos de aquí hasta que te muestres más…más Raquel Pink Gadget)
Un fuerte abrazo de parte de todos nosotros, preciosa.
Te queremos con locura y deseamos verte feliz de una vez por todas.
Y, personalmente, no puedes ni imaginarte de lo muchísimo que te echo de menos.

Supongo que con todo lo que te he dicho ya supondrás quién soy…por ello no creo que haga falta que te lo diga ¿no? ¡Dímelo tú!

Correspondido o no, e incluso clandestinamente; Te amo… y estoy dispuesto a luchar nuevamente por tu amor una vez vuelvas.

Firmado: B.O

PS: Están pasando cosas rarísimas en Omaet…así que no tardes en volver; ¡no queremos que te pierdas nada!

martes, 6 de septiembre de 2011